No puedo negar que me sorprendió la candidez con la que Roberto Madrazo, candidato del PRI a la presidencia, aceptó la posesión de inmuebles en Miami y Santa Fe valuados en millones de dólares.
Sorprendido porque esperaba la misma cara de "what?" que tuvo Montiel; y también por que me dejó pensando en la estrategia del descaro, algo así como "para que defender lo indefendible" frase hecha célebre por Lucero cuando el asunto del guardaespaldas. Es que escuchaba algo en la tele, la idea de los que cada partido, mejor dicho, cada militante de cada partido acepta sobre sus similares; esto es: entre priístas se perdonan las tranzas y las riquezas ilicitas, como entre panistas algunos negocios millonarios o entre perredistas el manejo de grupos populares y mafias citadinas. Esto, en cada caso y sólo entre ellos, no es mal visto. Por lo que el hecho que Madrazo acepte alegremente que posee eso y algo más, simplemente no le afectará en el llamado voto duro del PRI.
Es algo como pornográfico, se muestra tanto que se vuelve normal, o aceptable para no dar valoraciones morales. Y creo que este hecho no afectará de la misma manera que afectó a Montiel... respecto a los priístas, pero creo que en términos de la población total, sí le puede afectar y mucho.
Es una muestra más que la corrupción define las entrañas del PRI, mal del que no podrán deshacerse en mucho tiempo. Sin embargo, sigo sorprendido... y creo que me sorprenderé más aún en los siguientes meses... pues como todos sabemos, esto es apenas el principio.
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